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jueves, mayo 07, 2009

¿Se Burlan De Nosotros?

En esta época de crisis y de tanto adelanto tecnológico y técnico, cualquiera persona puede hacer cualquiera trabajo, cualquiera actividad, por sofisticada que parezca o por la especialización técnica específica que se que se requiera para ello.

Vea usted, amable lector, lo que ocurre en su entorno cotidiano, en su centro de trabajo, de estudio o hasta en el café o, mejor dicho, sobre todo en el café.

Se hacen análisis, ponderaciones de causas, efectos primarios, directos y colaterales, medidas adoptadas, mejoras a las legislaciones y reglamentaciones existentes, críticas y observaciones a las políticas públicas puestas en marcha con determinado fin. Todo ello mientras se degustan dos o hasta cinco tasas de café. Por supuesto, los contertulios, devenidos en sesudos analistas, provienen de diversos ámbitos, pero la mayoría trabaja, o trabajó, en el sector público e intercambian información trivial acerca de éste o aquel asunto.

Eso forma parte de la vida cotidiana de todas las ciudades, por lo menos de las que conozco. En todas ellas hay ciertos lugares de reunión, donde, invariablemente, por ahí de las once de la mañana y hasta la hora de la comida, se reúnen a intercambiar cotilleos, chistes, complots, todos sobre los temas coyunturales: las reinas de la feria, las campañas políticas, la caída del peso, y ahora, por supuesto, las medidas adoptadas para el control de la antes denominada influenza porcina.

No hay tema prohibido ni difícil, ni tampoco uno que haga a los participantes de estas mesas de decir: no tengo nada que decir al respecto. Uno sale de allí con el placer de haber intercambiado opiniones con los hombres más sabios del mundo, sobre asuntos a los que normalmente nunca habríamos destinado más de dos minutos a escucharlos, siquiera.

En Manzanillo, uno de los sitios más tradicionales, en este sentido, es el restaurante El Chantilly, ubicado a un costado de la presidencia municipal. No hay derecho de admisión y casi cualquiera persona se puede sentar sin problemas en una de las cuatro mesas ocupadas por estos cafeteros.

Este es el mejor lugar para hacer circular rumores. El que usted quiera, por absurdo que pueda parecer. Usted lo suelta en la mañana y por la tarde ya recorrió el puerto y al día siguiente podría, incluso, verlo publicado en alguno de los diarios locales, ya sea como nota de primera plana o como un trascendido en alguna columnilla.

Por eso las fiestas de mayo son, o eran, tan esperadas, porque multiplicaban los chismes y porque había muchos asuntos a los cuales meterles tijera. Lo mismo pasa con las campañas políticas. Si usted quiere saber qué está haciendo bien, o mal, algún candidato, del partido que sea, el mejor lugar para enterarse de ello es el café. Allí sabrá usted las últimas novedades: de si Virgilio dijo que siempre no había presentado su “incapacidad médica”, de por qué es un desgarriate Manzanillo y los problemas de inseguridad van en incremento y la paradoja de que mientras más patrullas hay, más delitos se cometen. ¿No serán los propios policías los que cometen los delitos?

Todo esto y más podrá usted escuchar e el café. Sobre estos y muchísimos temas podrá usted opinar libremente y ser, también libremente, rechazadas sus opiniones. En tiempos de campañas, los candidatos, sus amigos, los amigos de sus amigos, sus compadres, sus comadres, sus novias, o novios, sus colaboradores y, por supuesto, sus detractores, podrán informarle a detalle de todo cuanto pasa al interior de los equipos de campaña.

Nunca he sabido cómo le hacen para estar enterados de asuntos que, por su propia naturaleza, debieron ser entre dos y casi al oído, no sé si en lo oscurito o no, pero sí sé que al oído, porque, como suele decirse, “hay pájaros en el alambre”.

Cuando usted habla con un manzanillense de cepa, de esos que nacieron y han vivido en el centro de la ciudad, se dará cuenta de cómo reclaman la manera en que los diarios publicados en la capital, casi todos, con excepción de El Correo de Manzanillo, tienen de comentar y, eventualmente, analizar cuanto esté relacionado con el municipio porteño. Se portan como chilangos, reclaman.

Como manzanillense trasterrado, eventualmente se me señala que he adoptado una visión diferente a la que los manzanillenses tienen de sí mismos, de su valer, de la sociedad tan abierta que es aquella en comparación la colimense tan cerrada. No sé que tan cierto sea esto último, ero sí sé que Manzanillo pasa por una de las peores etapas de su vida institucional. Eso me consta. También sé que su presidente actual, Virgilio Mendoza, separado “materialmente” del cargo, es decir, separado por su propia voluntad de un cargo que es irrenunciable y del que, formalmente, sólo se puede separar si el órgano colegiado del que forma parte, el cabildo, le autoriza la separación solicitada.

Es lamentable ver el abandono real en que está Manzanillo y el estado de indefensión e que lo dejó el alcalde Mendoza Amescua: sucio, inseguro, con robos con violencia en las principales avenidas del puerto, con el marcomenudeo imperante en las calles, con irregularidades, para variar en gobiernos panistas, en las cuentas públicas y con miles y miles de problemas que se incrementan y agravan todos los días.

Manzanillo es un pueblo sin ley. Esto es cierto. Los funcionarios, de elección y de designación, ya demostraron que no les importa nada más que sus propias aspiraciones políticas. ¿Cumplir compromisos? ¿Ajustar sus actos a la ley? Vaya, esas son mamarrachadas, lo que importa, para ellos, es andar en el folclore, en la campaña y allí los verá usted, tan campantes, tan sin vergüenza.

¿Eso merecen los manzanillenses?

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1. El PRD y el PT podrían haber desaprovechado la oportunidad de ganar, por lo menos, dos alcaldías: Ixtlahuacán y Cuauhtémoc. Al no haber tenido la capacidad para proponer candidaturas comunes, sus probabilidades de obtener triunfos, particularmente en esos municipios, decrecen significativamente.

2. Los votos se van a poner a peso y más para que un partido tenga la mayoría en el congreso. Vea usted, amable lector: el VERDE, el PT, el PRD-PSD, el PRI-PANAL y el PAN-ADC, además de CONVERGENCIA, llevan candidatos a diputados locales.

Lo interesante es que el PANAL lleva candidatos propios en dos distritos, pero los miembros de ese partido –y sus simpatizantes, por supuesto- podrán votar por los candidatos a diputados locales del PRI, pero cruzando el símbolo del PANAL, así que, a la ora de la contabilidad, le podrían bajar los votos al PRI, lo que, podría disminuir el número de diputados plurinominales que alcanzaría.

Esta es una primera aproximación. Abundaremos sobre este tema en la próxima ocasión.

3. El notable periodista, don Luis Lara Pardo solía decir que las mujeres ganan las discusiones con tres argumentos únicamente: sí porque sí; no porque no; y sí pero no. Julio Torri.

macosta68@hotmail.com

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agendapolitica.blogspot.com

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