6 de marzo de 2001
Agenda Política
Miguel Acosta Vargas
Por primera vez fue Usted, desde que empecé a leer acerca de sus andanzas e intenciones, un hombre honesto, diciendo verdades, hablando con el corazón en la mano, sin pensar en el efecto que sus palabras, sus estúpidos chistes o sus vanos intentos de alburear –lo que francamente lo hace ver ridículo, Señor Presidente– puedan tener en la opinión popular devenida encuesta.
Ahora, espero que sea Usted, también por primera vez, congruente con sus dichos, Señor Presidente. Espero que sea capaz de evitar hacer todo lo que usted critica con tanto afán. Pero, ¿por qué estoy de acuerdo con Usted, Señor Presidente Vicente Fox Quezada? Por, reitero, algo de lo afirmado por Usted en la reunión llevada a cabo en Oaxaca: “Tenemos que poner los pies en la tierra, el gobierno Federal no tiene los recursos que todo mundo piensa que tiene; se cometieron muchos errores en el pasado y la mitad del presupuesto disponible es para pagar deuda y los errores del pasado: rescates carreteros, rescates bancarios, rescates de los sistemas de seguridad social”. Fin de la cita.
¿Ve Usted, Señor Presidente Vicente Fox Quezada por qué estoy de acuerdo con Usted? Porque una y otra vez hemos insistido millones de mexicanos que fueron un error esas acciones llevadas a cabo por presidentes priístas. Esos tan criticados por Usted, Señor Presidente Vicente Fox Quezada. Ahora deseo, como millones de mexicanos, que me expliqué con palabras sencillas, objetivas, claras, sin adjetivos, de ser posible, por qué Usted, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, es exactamente igual de farsante, demagogo y ahora hasta payaso, como los presidentes priístas, sus antecesores, a los que Usted tanto critica.
¿Puede usted explicarme, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, por qué comete tantos actos al margen de la ley y la Constitución? ¿Por qué metió a sus amigotes al Consejo de Administración de PEMEX, a pesar de que algunos de ellos tienen conflictos de intereses al tener a la paraestatal como uno de sus principales clientes?
¿Le puedo decir algo en confianza, Señor Presidente Vicente Fox Quezada? Usted jamás me ha decepcionado y jamás lo hará. ¿Quiere saber por qué? Por una razón sencilla y elemental: Usted, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, jamás me ilusionó, jamás me hizo pensar que es honesto, sincero y cabal. Por el contrario, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, dije antes, y lo reitero ahora, que Usted es igual que un producto cualquiera de la publicidad, sus dichos, sus palabras, sus actitudes, son desechables y olvidables a la primera.
En este sentido, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, deseo hacer una aclaración, si bien una doble negación nos da una verdad, eso no significa que Usted no sea tan deshonesto como todos los demás presidentes que hemos padecido.
Fíjese bien, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, desde el día que tomó posesión de la presidencia ha convertido al poder ejecutivo federal en un verdadero desgarriate. Su promesa de reducir la burocracia se fue por la borda desde el momento mismo de rediseñar su gabinete. Mejor dicho, desde antes, cuando designó al gabinete de transición, aquellos que tenían mucho amor a México, sabían inglés, computación y que, maravilla de maravillas, no iban a cobrar ni siquiera un peso por su trabajo. Bullshit, diría nuestro canciller. Mentira, demagogia, farsa, llámele como quiera, Señor Presidente Vicente Fox Quezada, pero nada bueno ha ocurrido para los mexicanos desde que tomó Usted posesión de la presidencia de la república. Así, con minúsculas ambas, como el águila foxisahagunista.
¿Sabe cuál es el verdadero problema, Señor Presidente Vicente Fox Quezada? Los priístas ya sabíamos a qué le podíamos tirar, sabíamos que los últimos fueron tecnócratas que buscaron, y lo consiguieron, terminar con la clase política que construyó este país. Entonces, primero tuvieron el poder los políticos, luego los economistas devenidos en viles tecnócratas, pero ahora llegamos a la etapa de la degradación de la política: los bufones arribaron al poder.
Esto es lo terrible, Señor Presidente Vicente Fox Quezada. La mayoría de los mexicanos que emitieron su voto el dos de julio le depositaron su confianza. Querían un cambio en su beneficio. Querían a una persona que trabajara para ellos, que los ayudara a salir de las condiciones en que viven. Esa fue la ilusión. Ese fue el sueño. Pero al despertar –con el debido respeto a Tito Monterroso– el subcomediante Fox estaba ahí.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
No lo sé. Pero lo ocurrido en la última semana me sorprendió, por decir lo menos. Veamos: aparece en la prensa una denuncia de que el ayuntamiento panista de Colima, presidido por Enrique Michel Ruiz, habría cancelado una autorización otorgada por el cabildo anterior, presidido por Carlos Vázquez Oldenbourg, para que se construya una gasolinera en la avenida Tecnológico, cerca de la colonia Las Amarillas. Al quite salieron el alcalde y otros funcionarios. Del primero leí algunas de sus declaraciones en el sentido de que los quejosos tenían el derecho de acudir ante la autoridad correspondiente para hacer lo que sus intereses conviniera. Según parece, así lo hicieron éstos y un juez federal les habría otorgado una suspensión provisional, resolutivo que, según denunciaron los interesados, el ayuntamiento no sólo desestimó, sino que se lo pasó por el Arco del Triunfo.
En esas andamos. Por eso reitero mis preguntas:¿de qué se trata? ¿Lo quieren hundir sus propios colaboradores? ¿Quieren que ni siquiera llegue al arrancadero en la lucha interna por la candidatura a gobernador?
Reitero: no lo sé, pero algo anda mal en Dinamarca.
Averígüelo, Vargas.
2.- “(...) Saberlo todo es no perdonarlo todo. Es menospreciar a todo el mundo(...)”. Quentin Crisp
3.- “(...) La mayoría de la gente prefiere morir a pensar; en realidad, así lo hacen(...)”. Bertrand Russell
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