1 de marzo de 2001
Agenda Política
Miguel Acosta Vargas
Nuestra sociedad está pidiendo a gritos a los partidos políticos que hablen como personas y se entiendan. No le pide a nadie que olvide sus ideas políticas, sino que las defienda sin pegar tiros, sin intimidar y coaccionar a los demás, sin que el elemento de la violencia signifique que quiera imponer a través de ella un proyecto a los demás.
Desde el dos de julio, vivimos en un escenario político que se puede definir como una etapa de confrontación y enfrentamientos constantes y permanentes. Lo vemos en todos los ámbitos de la vida nacional: El presidente Fox Quezada, y con él miles de panistas, creen que ese fue un momento fundacional para este país y que por haber obtenido la victoria electoral tienen derecho a hacer y deshacer a su antojo. Están equivocados. Muy equivocados.
Parece como si los partidos políticos, fundamentalmente el PAN, se resistieran a pasar esta página de nuestra historia, que deberíamos superar de una vez por todas. Frente a este panorama, se encuentra una sociedad despierta, mucho más proclive al acuerdo y a establecer puntos en común de lo que lo están los partidos políticos.
De esta manera, debemos insistir en la idea de que la gran aportación de la cultura de la paz en el caso de la sociedad es ayudarnos a superar una fase de enfrentamiento para incorporarnos a una etapa de entendimiento, porque sólo así el debate que se produce en la sociedad es más maduro que el que se produce en el ámbito político, que muchas veces puede ser tildado de inconsciente, porque adolece de seriedad y profundidad y va más al adjetivo, a la descalificación y a la utilización desmedida de los superlativos, en vez de los razonamientos objetivos, claros y precisos.
Desde este punto de vista es absolutamente necesario que la sociedad perciba claramente quién, con sus actitudes, está favoreciendo un clima de confrontación y de enfrentamiento y quién, con sus actitudes, pretende superar el enfrentamiento y abrir la fase del entendimiento.
Hoy podemos ver estas actitudes con la posición que ha tomado el gobierno panista de Fox: ha echado a andar la más grande campaña de medios, mejor, la ha incrementado a raíz de haber ganado las elecciones. Lo dije antes y lo reitero ahora: Fox está siguiendo los pasos de Hitler. Como Hitler, Fox llegó al poder por la vía electoral. Cómo Hitler, Fox fue primero legislador y luego jefe de gobierno. Ambos llegaron por cansancio del viejo régimen y la incapacidad para contener a un grupo relativamente pequeño pero ideologizado en extremo de partidarios de sus jefes Hitler y Fox, Fox y Hitler.
Como Hitler, Fox se ha ganado el menosprecio de muchos de los autodenominados intelectuales, pero otros se han incorporado de lleno a su gobierno. Como Hitler, Fox está dispuesto a hacer cualquier cosa que le reditúe ganacia política o mediática. Como Hitler, Fox es un ultra en el uso de los medios de comunicación: Hitler y sus películas, sus pendones, “sus águilas”, sus antorchas, sus mítines nocturnos.
Como Hitler, Fox tiene definido quien es el enemigo. ¿Quiénes son los judíos de Fox? ¿Quiénes los comunistas? ¿Quiénes los gitanos? Todos ellos se resumen en una palabra: los priístas. Para Fox los priístas son los responsables de todos los males pasados, presentes y futuros, como para Hitler lo fueron los judíos. Como Hitler, Fox está construyendo un gran gettho donde planea arrinconar primero y exterminar después a los priístas, como hizo Hitler de manera brutal con los judíos en Polonia, donde echó gases venenosos a los albañales para aniquilar a quienes allí se habían refugiado para evitar el exterminio.
Fox, como Hitler, pretende acabar, primero, con los priístas y luego con todos los que nos opongamos. Las pruebas están a la vista y las ven quienes quieren ver. La hora del exterminio de los priístas se acerca y hoy, como antes en 1934, miembros destacados de la sociedad miran, gozosos, como llevan al patíbulo a los priístas, sin saber que ellos serán los siguientes.
Hoy como ayer Hitler, Fox dice tener en la mano el pulso del pueblo, que él sólo hace lo que el pueblo quiere. También Franco lo hizo. También Nixon. También Pinochet. Todos fueron, son, criminales, exterminadores de pueblos enteros y enterradores de la voluntad soberana de los ciudadanos.
Hoy es el día.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
Pero el tiempo pondrá a cada uno en su lugar.
2.- El asunto de la seguridad pública es muy complejo, pero, como el alcalde panista de Colima, Enrique Michel Ruiz, se va a hacer cargo de ella en la capital, los colimenses podremos vivir total y absolutamente seguros y confiados porque, ahora sí, habrá una policía honesta, capaz, amable, diligente, bien vestida, mejor pagada, dispuesta a servir a la sociedad hasta con la vida sui fuere necesario. De ello estoy total y absolutamente convencido, tal como, desde que tomó posesión Michel Ruiz, en el municipio de Colima tenemos el mejor sistema de recolección de basura, se acabaron los baches, hay sólo honesta, capaz, inteligente, leal y políticamente correcta como funcionarios del ayuntamiento, ya que el alcalde designó como sus colaboradores a personas destacadísimas en sus respectivos ámbitos profesionales. Cómo dirían en mi barrio: “¡seré nango para jugar carambola, pero muy fregón para escoger compañero!”.
Así que, no sé cómo les ande yendo a quienes habitan en los nueve municipios restantes, pero aquí en Colima, ya la hicimos gacha.
Al tiempo.
3.- “Antes de ser maestro, soy padre; antes de padre, soy amigo; antes de amigo, soy exigente; antes de exigente, soy realista; antes de realista soy tolerante; antes de tolerante,…Soy humano.”
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