Agenda Política
Por Miguel Acosta Vargas
Manzanillo, gloria e infierno
Manzanillo se ha convertido en el
puerto más importante del país en el manejo de contenedores. Al mismo tiempo, tiene una de las dos aduanas
con mayor recaudación anual del país. El
primer lugar lo disputa con la aduana de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Eso es excelente para el país, aunque
para Manzanillo hay una situación paradójica: por una parte, es la capital
económica del estado. Ni entre los nueve municipios restantes reúnen la cantidad
de empleos existentes en ese municipio, en varios rubros y actividades
productivas: la termoeléctrica, cuya energía producida se va en más del 80% a
la región occidente y del bajío del país.
En segundo lugar, está Peña Colorada,
una minera con varias décadas de ser una generadora de impuestos y plazas
laborales.
También está el turismo y su
impacto en la industria gastronómica, hotelera y de transporte.
La industria pesquera ha
disminuido su presencia, aunque la procesadora de atún se mantenga ahí, pero la
pesca ribereña ha disminuido su aporte por el daño ecológico sufrido durante
muchos años.
En el ámbito agrícola, el coco,
mango y plátano son los productos más lucrativos.
Dejo al final el sector
portuario, en donde Manzanillo brilla no sólo a nivel nacional, sino en todo el
continente americano.
Su importancia en la economía
local es inmenso, tanto por el número de quienes trabajan directamente en este
sector, como por quienes lo hacen en labores o actividades concomitantes.
Aparte están los miembros de la Armada
devenidos ya de manera permanente como habitantes del puerto y los trabajadores
de los gobiernos federal, estatal y municipal.
Esta es la importancia económica
de Manzanillo, pero sus pesadillas son de igual o mayor tamaño.
Eso lo veremos en la siguiente
colaboración.
TRES COMENTARIOS
AL MARGEN
1. Ingresé a la secundaria
nocturna, la famosa 17, en 1965, a las 13 años de edad. Algunos de mis memorables
profesores fueron Edith Sánchez, Juan Villalvazo, Angel Cabrera Cruz y Manuel Bonilla Valle.
Allí hice tres amigos: Luis
Carreón Ortiz, Esteban Peregrina Ramírez y Rafael Mancilla Rosales.
Hace ya casi 40 años me encontré
en el bar social con Esteban. Con Rafael nos encontramos hace unos pocos años,
y me enteré de su retiro como General Brigadier.
A Luis jamás lo he vuelto a ver,
pero lo recuerdo como el amigo con mayor capacidad para entender todo lo
relativo a Matemáticas, aunque lo paradójico era su enorme facilidad para
reprobar esa materia. Su estrés de examen lo vencía.
Un abrazo a la distancia para
todos ellos.
2. Hoy, la vida en nuestro país
ha dado un vuelco. Los políticos se ofenden cuando los ciudadanos les reclaman
por su actuar y no sólo es eso, sino su proclividad a acudir a los tribunales
para exigir se sanciones con diversas penas a quienes los ofenden.
Amparo Ochoa lo escribió
magníficamente en su canción El mundo al revés: “Erase una vez un lobito bueno/
al que maltrataban todos los corderos”.
3. A pesar de las ilusiones
racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia
de la libertad. Albert Camus
No hay comentarios.:
Publicar un comentario