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lunes, junio 30, 2025

 Agenda Política

Por Miguel Acosta Vargas

Manzanillo, gloria e infierno

Manzanillo se ha convertido en el puerto más importante del país en el manejo de contenedores.  Al mismo tiempo, tiene una de las dos aduanas con mayor recaudación anual del país.  El primer lugar lo disputa con la aduana de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Eso es excelente para el país, aunque para Manzanillo hay una situación paradójica: por una parte, es la capital económica del estado. Ni entre los nueve municipios restantes reúnen la cantidad de empleos existentes en ese municipio, en varios rubros y actividades productivas: la termoeléctrica, cuya energía producida se va en más del 80% a la región occidente y del bajío del país.

En segundo lugar, está Peña Colorada, una minera con varias décadas de ser una generadora de impuestos y plazas laborales.

También está el turismo y su impacto en la industria gastronómica, hotelera y de transporte.

La industria pesquera ha disminuido su presencia, aunque la procesadora de atún se mantenga ahí, pero la pesca ribereña ha disminuido su aporte por el daño ecológico sufrido durante muchos años.

En el ámbito agrícola, el coco, mango y plátano son los productos más lucrativos.

Dejo al final el sector portuario, en donde Manzanillo brilla no sólo a nivel nacional, sino en todo el continente americano.

Su importancia en la economía local es inmenso, tanto por el número de quienes trabajan directamente en este sector, como por quienes lo hacen en labores o actividades concomitantes.

Aparte están los miembros de la Armada devenidos ya de manera permanente como habitantes del puerto y los trabajadores de los gobiernos federal, estatal y municipal.

Esta es la importancia económica de Manzanillo, pero sus pesadillas son de igual o mayor tamaño.

Eso lo veremos en la siguiente colaboración.

 

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

 

1. Ingresé a la secundaria nocturna, la famosa 17, en 1965, a las 13 años de edad. Algunos de mis memorables profesores fueron Edith Sánchez, Juan Villalvazo,  Angel Cabrera Cruz y Manuel Bonilla Valle.

Allí hice tres amigos: Luis Carreón Ortiz, Esteban Peregrina Ramírez y Rafael Mancilla Rosales.

Hace ya casi 40 años me encontré en el bar social con Esteban. Con Rafael nos encontramos hace unos pocos años, y me enteré de su retiro como General Brigadier.

A Luis jamás lo he vuelto a ver, pero lo recuerdo como el amigo con mayor capacidad para entender todo lo relativo a Matemáticas, aunque lo paradójico era su enorme facilidad para reprobar esa materia. Su estrés de examen lo vencía.

Un abrazo a la distancia para todos ellos.

2. Hoy, la vida en nuestro país ha dado un vuelco. Los políticos se ofenden cuando los ciudadanos les reclaman por su actuar y no sólo es eso, sino su proclividad a acudir a los tribunales para exigir se sanciones con diversas penas a quienes los ofenden.

Amparo Ochoa lo escribió magníficamente en su canción El mundo al revés: “Erase una vez un lobito bueno/ al que maltrataban todos los corderos”.

3. A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad. Albert Camus

 

 

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