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viernes, octubre 22, 2010

Diciembre de 2003, No Se olvida

El 7 de diciembre de 2003, Gustavo Vázquez Montes ganó, por segunda ocasión, la elección para gobernador. Fue un triunfo claro, transparente, legal y contundente. Pese a que el PAN y el PRD unieron esfuerzos, a más de otras fuerzas locales autodenominadas democráticas, nada pudieron hacer frente al PRI y sus aliados, el PT y el PVEM.

Mucha agua corrió en los 17 días siguientes. Mucha agua y mucho lodo. Fue un mes en el que algunos colimenses demostraron la enorme capacidad que tienen para mentir, para denigrar, para torcer la ley, como ya habían hecho en una ocasión anterior, por lo menos.

Uno de estos personajes torcedores de leyes -del código electoral para el estado de Colima, para ser precisos- fue la entonces presidente del Tribunal Electoral del estado de Colima, María Elena Ruiz Visfocri.

El asunto fue más o menos así: la entonces señora presidente del TEEC, pretendió hacer ganar a Antonio Morales de la Peña, candidato panista a las elecciones extraordinarias para gobernador, en “su” Tribunal. Así de simple.

¿Cómo trató la señora Ruiz Visfocri de lograr que Toñito Morales ganara e la mesa lo que los colimenses de manera contundente le negaron en las urnas? Torciendo la ley, pero lo hizo de tal manera que hasta a quienes no somos conocedores del derecho electoral nos quedó claro que era una artimaña, una “huizachada”, lo que la señora Ruiz Visfocri quería hacernos tragar.

Mire usted: la entonces presidente del Tribunal Electoral del Estado de Colima, dijo que en el municipio de Tecomán se habían cometido diversas anomalías en un número tal de casillas que rebasaban el 20 por ciento que el código electoral señala como mínimo para que se pueda declarar anulada una elección determinada.

Con base en ese dicho, del cual no aportó las pruebas que lo demostraran a cabalidad, ¡¡¡anuló la elección en todo el municipio!!!

Claro, al anularse los más de nueve mil votos que Gustavo Vázquez había obtenido de ventaja sobre Antonio Morales, tan sólo en ese municipio, la consecuencia es que el candidato panista ganaba la elección.

El asunto habría sido de risa loca sino hubiera sido tan serio. Sólo a alguien como la señora Ruiz Visfocri podría habérsele ocurrido presentar formalmente un dictamen con estos absurdos e ilegales argumentos y fundamentos.

Veamos: la elección para gobernador es una elección estatal. E S T A T A L. Punto. No municipal, ni distrital. Para anularla por las razones aducidas, sin comprobar, por la señora Ruiz Visfocri, debería haberse anulado el 20 por ciento, sí, pero del total de las casillas de todo el estado, es decir, se habrían tenido que anular los resultados de casi 150 casillas.

Otra vez: la señora Ruiz Visfocri, en su dictamen, anulaba el 20 por ciento de las casillas de Tecomán y con ello anulaba toda la elección de ese municipio.

Eso fue torcer el código electoral. Eso fue, y es, una huizachada. Una acción realizada con intención dañada, porque no hay ignorancia de la ley, ni de las consecuencias del acto.

Pero eso fue en diciembre de 2003, hace casi siete años ya.

Mucha agua ha corrido ya, pero no la suficiente como para que se lave la mancha dejada en el Tribunal Electoral del Estado de Colima.

Hoy, la señora María Elena Ruiz Visfocri pretende ser consejera del Instituto Electoral del estado de Colima.

Sus hechos allí están. Son los que deben examinarse, tanto por quienes la pretenden proponer, como por quienes van a elegir a los consejeros del IEEC.

viernes, octubre 15, 2010

Tecomán, Triste Destino

Tecomán, Triste Destino

Tecomán esta convertido en una zona de desastre. Lo es, para desgracia de los tecomenses. Lo es, a pesar de haber tenido ya, dos gobernadores vecinos de ese municipio.

El municipio llegó a ser el emporio agrícola del estado y de la región. Primeros lugares en producción de limón, de cocos, de aceite de limón y de coco, elementos indispensables para la fabricación de jabones, perfumes y refrescos de cola. Todo eso fue en el pasado.

Glorioso pasado y tristísimo presente: eso es Tecomán. Tecomán era tierra de oportunidades y ahora tan sólo lo es de oportunistas.

La administración municipal está quebrada, literalmente quebrada. En todos sentidos: ético, político, social y, por supuesto, económico.

Elías Martínez fue el alcalde panista que marcó el sino fatal de Tecomán. Su gran capacidad para cometer tropelías y atrocidades, determinó el horizonte de miseria en que ahora vive el ayuntamiento.

Su pleito, infame pleito, contra los trabajadores sindicalizados, sólo trajo males, severos males, a la hacienda pública. Su irresponsabilidad llegó a tal nivel que los propios funcionarios del gobierno federal panista, que intervinieron para encontrarle una solución al berenjenal en que convirtió la administración municipal, debieron reconocer que la situación estaba en un nivel crítico y se había vuelto irresoluble.

Los hoyos en las finanzas fueron enormes, tanto, que aún hoy es imposible pagar las deudas dejadas por este presidente municipal panista.

Hoy, el alcalde no ha dado muestras de que tenga la capacidad, ni la visión, ni la voluntad, ni la sensibilidad necesarias y suficientes para resolver la problemática situación proveniente de la pésima administración habida bajo el mandato de Elías Martínez.

La deuda con el ferretero se ha vuelto el cuento de nunca acabar y más con las absurdas decisiones tomadas a la ligera -a lo nango, dirían en mi pueblo- por el actual alcalde, también panista, por cierto.

La enajenación de los terrenos de la feria, que podrían pasar a manos del famoso ferretero por centavitos, sólo es una muestra de la clara, grave y enorme capacidad para crear problemas que hubo en el mandato del panista Elías Martínez.

Pero la hacienda pública la siguen manejado como si fuera de su propiedad y no una función pública donde deben sujetar sus actos al mandato de la ley.

Este es el problema de Tecomán: ayer, la tierra pródiga; hoy, las tierras flacas, con perdón de Agustín Yáñez.

Tres Comentarios al Margen

1. Después de dos semanas de vacaciones de otoño, aquí estamos de nuevo.

2. Se merecen una felicitación las fuerzas de seguridad que participaron en el operativo donde se aseguraron varias propiedades y se detuvieron a unos presuntos miembros de un par de cárteles del narcotráfico. Hacían falta buenos resultados para paliar, siquiera, la grave situación vivida en el estado en materia de seguridad. Todos queremos seguridad, tranquilidad y paz social.

3. El príncipe debe hacerse temer de manera que si le es imposible ganarse el amor del pueblo consiga evitar el odio, porque puede combinarse perfectamente el ser temido y el no ser odiado.