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viernes, octubre 15, 2010

Tecomán, Triste Destino

Tecomán, Triste Destino

Tecomán esta convertido en una zona de desastre. Lo es, para desgracia de los tecomenses. Lo es, a pesar de haber tenido ya, dos gobernadores vecinos de ese municipio.

El municipio llegó a ser el emporio agrícola del estado y de la región. Primeros lugares en producción de limón, de cocos, de aceite de limón y de coco, elementos indispensables para la fabricación de jabones, perfumes y refrescos de cola. Todo eso fue en el pasado.

Glorioso pasado y tristísimo presente: eso es Tecomán. Tecomán era tierra de oportunidades y ahora tan sólo lo es de oportunistas.

La administración municipal está quebrada, literalmente quebrada. En todos sentidos: ético, político, social y, por supuesto, económico.

Elías Martínez fue el alcalde panista que marcó el sino fatal de Tecomán. Su gran capacidad para cometer tropelías y atrocidades, determinó el horizonte de miseria en que ahora vive el ayuntamiento.

Su pleito, infame pleito, contra los trabajadores sindicalizados, sólo trajo males, severos males, a la hacienda pública. Su irresponsabilidad llegó a tal nivel que los propios funcionarios del gobierno federal panista, que intervinieron para encontrarle una solución al berenjenal en que convirtió la administración municipal, debieron reconocer que la situación estaba en un nivel crítico y se había vuelto irresoluble.

Los hoyos en las finanzas fueron enormes, tanto, que aún hoy es imposible pagar las deudas dejadas por este presidente municipal panista.

Hoy, el alcalde no ha dado muestras de que tenga la capacidad, ni la visión, ni la voluntad, ni la sensibilidad necesarias y suficientes para resolver la problemática situación proveniente de la pésima administración habida bajo el mandato de Elías Martínez.

La deuda con el ferretero se ha vuelto el cuento de nunca acabar y más con las absurdas decisiones tomadas a la ligera -a lo nango, dirían en mi pueblo- por el actual alcalde, también panista, por cierto.

La enajenación de los terrenos de la feria, que podrían pasar a manos del famoso ferretero por centavitos, sólo es una muestra de la clara, grave y enorme capacidad para crear problemas que hubo en el mandato del panista Elías Martínez.

Pero la hacienda pública la siguen manejado como si fuera de su propiedad y no una función pública donde deben sujetar sus actos al mandato de la ley.

Este es el problema de Tecomán: ayer, la tierra pródiga; hoy, las tierras flacas, con perdón de Agustín Yáñez.

Tres Comentarios al Margen

1. Después de dos semanas de vacaciones de otoño, aquí estamos de nuevo.

2. Se merecen una felicitación las fuerzas de seguridad que participaron en el operativo donde se aseguraron varias propiedades y se detuvieron a unos presuntos miembros de un par de cárteles del narcotráfico. Hacían falta buenos resultados para paliar, siquiera, la grave situación vivida en el estado en materia de seguridad. Todos queremos seguridad, tranquilidad y paz social.

3. El príncipe debe hacerse temer de manera que si le es imposible ganarse el amor del pueblo consiga evitar el odio, porque puede combinarse perfectamente el ser temido y el no ser odiado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

maricón de mierda, lameculos de fernando