Virgilio Mendoza Amescua se decidió a tomar la calle. Según todas las informaciones existentes, el alcalde manzanillense se decidió a convocar a sus partidarios a una marcha, que iría de la entrada de la colonia del seguro social a la presidencia municipal.
La verdad es que el alcalde pretende sacar “raja política” de la propuesta de inhabilitación que el pleno del congreso aprobó y que fue enviada, como corresponde, a la Comisión de Responsabilidades del propio congreso local, para que se inicie el largísimo proceso siguiente.
Los hechos son claros: el alcalde violentó diversos ordenamientos legales y ahora está en riesgo de ser inhabilitado, pero no lo van a inhabilitar por haber hecho descuentos a matanceros, por supuesto que no, podría ser inhabilitado y obligado a pagar una sanción económica por haber actuado al margen de la ley.
Eso es un hecho. No se trata de ver si violó más, o menos, la ley. O si “sólo” inició la construcción del palenque antes de someter tal decisión al cabildo, como es su obligación. Por supuesto, no lo acusan de haberse robado el dinero, pero sí de haber actuado al margen de la ley en el desempeño de sus responsabilidades como alcalde.
Luego, en otra de sus ideas “geniales”, no sé si orientado por sus asesores, que tanto daño le han hecho, o actuando por su propia cuenta, Virgilio Mendoza decidió dañar a colaboradores suyos en la administración municipal, muchos de ellos fueron sus compañeros de trabajo en la administración naborista, por el sólo hecho de ser simpatizantes del diputado federal Nabor Ochoa.
Más allá de la situación legal que se derive de estas acciones y las indemnizaciones que deba pagar el ayuntamiento por esta decisión, se muestra con claridad el nivel tan bajo de respuesta, de reacción, que tiene el alcalde porteño. Es una bajeza la que realizó el alcalde, porque separa de su trabajo a personas que el único pecado que cometieron es ser simpatizantes de Nabor Ochoa. Nada más hicieron. Por ello las dieron de baja.
Ahora bien, ésta sería la segunda “sacudida” de naboristas de la nómina municipal, pero, por lo anunciado en los medios locales, todas eran personas con una actividad concreta, es decir, no eran aviadores, sino personas que cumplían labores específicas en la estructura municipal.
Por supuesto, esto sólo puede contribuir a agravar la ya de sí tirante situación que vive el panismo colimense con el asunto de la elección del candidato a la gubernatura. Este es un grave problema que Virgilio Mendoza ha venido a agravar.
El alcalde porteño sabe que sus probabilidades de ser nominado candidato a la gubernatura se han reducido. Lo sabe muy bien y más porque su jefe político, el procurador del consumidor, Toñito Morales, se lo informó personalmente y le dijo que había que impulsar a la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, y para ello se dedicó a la tarea de convencer a la clase política del PAN de apoyarla. Así ocurrió con el diputado federal Víctor Torres Herrera, quien de plano manifestó su rechazo a tal posibilidad.
El alcalde porteño sabe también que debe aprovechar este momento para hacer una campaña de proselitismo de la manera como al él le gusta hacer las cosas: al margen de la ley. Lo cierto es que cualquiera sabe que una defensa jurídica requiere de argumentos sólidos, probados y probables, es decir, que puedan ser probados una y otra vez, que sean contundentes y que sirvan para probar que se cometió una injusticia o una exageración, pero no puede optar libremente por la calle como el medio para dirimir una batalla legal.
Me parece bien que el alcalde pruebe que la Contaduría Mayor de Hacienda actuó al margen de la ley, me parece mejor que exhiba a los diputados que aprobaron que se inicie el proceso de sanciones en su contra, porque al final, si logra probarlo en los tribunales, saldrá realmente fortalecido.
El peor camino a seguir es el de la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, quien siguió esa ruta y en todas las instancias, el congreso probó que la señora había cometido delitos que ameritaban, por lo menos, la sanción que le fue impuesta.
Muchos errores ha cometido Virgilio Mendoza en su actuación como presidente municipal, pero debe reconocerse que ha llevado a cabo acciones para beneficiar a muchos manzanillenses, aunque en algunos casos, como en el programa de apoyo para mejora de viviendas, haya otorgado apoyos a quienes no cumplían con los requisitos exigidos.
La pregunta que todos debemos hacernos es: ¿actuó Virgilio Mendoza al margen de la ley en el asunto del palenque?
Por lo pronto, el alcalde escogió ya la confrontación abierta en muchos frentes. Lo que ocurra será producto de esa decisión.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Hace 11 años, un priísta buscó lograr lo que había sido su sueño: ser presidente municipal de su pueblo. Ya había sido presidente del PRI estatal y diputado federal, aunque antes había sido protagonista de un intento de insurrección partidista.
Eran tiempos complicados, como casi siempre lo son cuando hay un proceso electoral, y una noche me pidieron que fuera a hablar con él para informarle que no iba a ser candidato a presidente municipal, pero que podía serlo a diputado federal.
Cabe aclarar que entonces no ocupaba ningún cargo en el gobierno del estado y el único cargo que tenía era el de representante de los trabajadores de la educación priístas ante el comité directivo estatal que presidía Miguel Angel Novela Villalobos.
Fue una noche triste en que debí comunicar tan amarga noticia, pero igual que seis años después, cumplí la comisión que me habían asignado. Debo decir que, como ocurriría en el 2003, la persona a la que llevé el mensaje no dudó ni por un momento de la veracidad de lo que se le decía.
Por supuesto, fue candidato a diputado federal en 1997.
2. Un grupo de colimenses, preocupados y ocupados en el destino de Colima, decidimos invitar a la sociedad a reflexionar acerca de lo que quiere para Colima. Más allá de partidos, más allá de candidatos, se trata de ver qué es lo mejor para Colima, qué se requiere en el futuro inmediato y en le mediano plazo, qué clase de candidatos necesitamos, cómo deben ser, cuáles son alas características que deben poseer. En suma, se trata de involucrar a ciudadanos e instituciones para que seamos más exigentes con los partidos políticos y éstos, a su vez, más cuidadosos con quienes proponen como candidatos a los diversos cargos de elección popular.
Reitero: esto va más allá de partido y de candidatos, se trata de ver qué cualidades debemos exigirle a quienes aspiren ser candidatos. Al fin de cuentas, los ciudadanos somos los mandantes, los que tomamos la decisión acerca de quiénes deben gobernar, pero ahora también se trata de que los partidos escojan candidatos capaces de resolver los problemas existentes en la administración pública, los de coyuntura y los estructurales.
Habrá más sorpresas.
3. Quien no tiene ideas piensa que sólo se tiene una cuando se tiene y se la viste de palabras. No entiende que en realidad sólo la tiene quien tiene la palabra en la que la idea va creciendo. Karl Kraus
macosta68@gmail.com
macosta68@hotmail.com
http:www.agendapolitica.blogspot.com
La verdad es que el alcalde pretende sacar “raja política” de la propuesta de inhabilitación que el pleno del congreso aprobó y que fue enviada, como corresponde, a la Comisión de Responsabilidades del propio congreso local, para que se inicie el largísimo proceso siguiente.
Los hechos son claros: el alcalde violentó diversos ordenamientos legales y ahora está en riesgo de ser inhabilitado, pero no lo van a inhabilitar por haber hecho descuentos a matanceros, por supuesto que no, podría ser inhabilitado y obligado a pagar una sanción económica por haber actuado al margen de la ley.
Eso es un hecho. No se trata de ver si violó más, o menos, la ley. O si “sólo” inició la construcción del palenque antes de someter tal decisión al cabildo, como es su obligación. Por supuesto, no lo acusan de haberse robado el dinero, pero sí de haber actuado al margen de la ley en el desempeño de sus responsabilidades como alcalde.
Luego, en otra de sus ideas “geniales”, no sé si orientado por sus asesores, que tanto daño le han hecho, o actuando por su propia cuenta, Virgilio Mendoza decidió dañar a colaboradores suyos en la administración municipal, muchos de ellos fueron sus compañeros de trabajo en la administración naborista, por el sólo hecho de ser simpatizantes del diputado federal Nabor Ochoa.
Más allá de la situación legal que se derive de estas acciones y las indemnizaciones que deba pagar el ayuntamiento por esta decisión, se muestra con claridad el nivel tan bajo de respuesta, de reacción, que tiene el alcalde porteño. Es una bajeza la que realizó el alcalde, porque separa de su trabajo a personas que el único pecado que cometieron es ser simpatizantes de Nabor Ochoa. Nada más hicieron. Por ello las dieron de baja.
Ahora bien, ésta sería la segunda “sacudida” de naboristas de la nómina municipal, pero, por lo anunciado en los medios locales, todas eran personas con una actividad concreta, es decir, no eran aviadores, sino personas que cumplían labores específicas en la estructura municipal.
Por supuesto, esto sólo puede contribuir a agravar la ya de sí tirante situación que vive el panismo colimense con el asunto de la elección del candidato a la gubernatura. Este es un grave problema que Virgilio Mendoza ha venido a agravar.
El alcalde porteño sabe que sus probabilidades de ser nominado candidato a la gubernatura se han reducido. Lo sabe muy bien y más porque su jefe político, el procurador del consumidor, Toñito Morales, se lo informó personalmente y le dijo que había que impulsar a la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, y para ello se dedicó a la tarea de convencer a la clase política del PAN de apoyarla. Así ocurrió con el diputado federal Víctor Torres Herrera, quien de plano manifestó su rechazo a tal posibilidad.
El alcalde porteño sabe también que debe aprovechar este momento para hacer una campaña de proselitismo de la manera como al él le gusta hacer las cosas: al margen de la ley. Lo cierto es que cualquiera sabe que una defensa jurídica requiere de argumentos sólidos, probados y probables, es decir, que puedan ser probados una y otra vez, que sean contundentes y que sirvan para probar que se cometió una injusticia o una exageración, pero no puede optar libremente por la calle como el medio para dirimir una batalla legal.
Me parece bien que el alcalde pruebe que la Contaduría Mayor de Hacienda actuó al margen de la ley, me parece mejor que exhiba a los diputados que aprobaron que se inicie el proceso de sanciones en su contra, porque al final, si logra probarlo en los tribunales, saldrá realmente fortalecido.
El peor camino a seguir es el de la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, quien siguió esa ruta y en todas las instancias, el congreso probó que la señora había cometido delitos que ameritaban, por lo menos, la sanción que le fue impuesta.
Muchos errores ha cometido Virgilio Mendoza en su actuación como presidente municipal, pero debe reconocerse que ha llevado a cabo acciones para beneficiar a muchos manzanillenses, aunque en algunos casos, como en el programa de apoyo para mejora de viviendas, haya otorgado apoyos a quienes no cumplían con los requisitos exigidos.
La pregunta que todos debemos hacernos es: ¿actuó Virgilio Mendoza al margen de la ley en el asunto del palenque?
Por lo pronto, el alcalde escogió ya la confrontación abierta en muchos frentes. Lo que ocurra será producto de esa decisión.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Hace 11 años, un priísta buscó lograr lo que había sido su sueño: ser presidente municipal de su pueblo. Ya había sido presidente del PRI estatal y diputado federal, aunque antes había sido protagonista de un intento de insurrección partidista.
Eran tiempos complicados, como casi siempre lo son cuando hay un proceso electoral, y una noche me pidieron que fuera a hablar con él para informarle que no iba a ser candidato a presidente municipal, pero que podía serlo a diputado federal.
Cabe aclarar que entonces no ocupaba ningún cargo en el gobierno del estado y el único cargo que tenía era el de representante de los trabajadores de la educación priístas ante el comité directivo estatal que presidía Miguel Angel Novela Villalobos.
Fue una noche triste en que debí comunicar tan amarga noticia, pero igual que seis años después, cumplí la comisión que me habían asignado. Debo decir que, como ocurriría en el 2003, la persona a la que llevé el mensaje no dudó ni por un momento de la veracidad de lo que se le decía.
Por supuesto, fue candidato a diputado federal en 1997.
2. Un grupo de colimenses, preocupados y ocupados en el destino de Colima, decidimos invitar a la sociedad a reflexionar acerca de lo que quiere para Colima. Más allá de partidos, más allá de candidatos, se trata de ver qué es lo mejor para Colima, qué se requiere en el futuro inmediato y en le mediano plazo, qué clase de candidatos necesitamos, cómo deben ser, cuáles son alas características que deben poseer. En suma, se trata de involucrar a ciudadanos e instituciones para que seamos más exigentes con los partidos políticos y éstos, a su vez, más cuidadosos con quienes proponen como candidatos a los diversos cargos de elección popular.
Reitero: esto va más allá de partido y de candidatos, se trata de ver qué cualidades debemos exigirle a quienes aspiren ser candidatos. Al fin de cuentas, los ciudadanos somos los mandantes, los que tomamos la decisión acerca de quiénes deben gobernar, pero ahora también se trata de que los partidos escojan candidatos capaces de resolver los problemas existentes en la administración pública, los de coyuntura y los estructurales.
Habrá más sorpresas.
3. Quien no tiene ideas piensa que sólo se tiene una cuando se tiene y se la viste de palabras. No entiende que en realidad sólo la tiene quien tiene la palabra en la que la idea va creciendo. Karl Kraus
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