Agenda Política
Por: Miguel Acosta Vargas
El secuestro de dos mujeres en
una de las principales avenidas de la capital del estado de Colima, nos dice a
donde nos ha llevado la política implementada por el presidente de la
república, de ofrecer abrazos en vez de combatirlos a balazos.
La acción emprendida por los
parientes de una o de ambas secuestradas, el bloqueo del libramiento de Colima,
justo antes de la salida a la Fiscalía General del Estado, fue una presión extra
que metió presión a las autoridades estatales, sobre todo, porque generó un
conflicto de tránsito al ser la ruta de los vehículos que llevan su carga al
puerto, asunto resuelto por la autoridad municipal de manera más o menos
eficiente.
Colima vive una inseguridad
creciente desde el inicio de año. Eso es innegable. No sólo por el presunto o
real enfrentamiento entre dos grupos criminales, sino porque la violencia se ha
vuelto cotidiana, cercana a muchos habitantes de la zona conurbada.
¿Cuántos asesinatos, cuántos
crímenes se han cometido de enero a la fecha?, no lo sé con precisión, pero lo
ocurrido nos ha llevado a posicionarnos en los primeros lugares a nivel
nacional.
Por desgracia, esa violencia, esa
sensación de que puedes ser víctima en cualquier momento y lugar de un
atentado, de un robo, de un secuestro, se ha normalizado. Hay miedo en los
cientos de miles de personas que vivimos aquí.
A nivel federal hay una actitud
que raya en la desvergüenza o el cinismo y su principal impulsor es el propio
presidente de la república. La prueba de ello es lo ocurrido a los periodistas
que viajaban a Badiguarato, Sinaloa, durante la última visita de AMLO. Al
referirse al hecho: el presidente se molestó, y mucho, por “el escándalo” hecho
por los periodistas por “el incidente” donde fueron retenidos en el camino por
civiles en la carretera. “No les pasó nada”, dijo AMLO. La molestia del
presidente no fue contra quienes cometieron el presunto acto ilegal, sino
contra quienes lo difundieron en redes sociales, televisión y otros medios. Se
molestó con las víctimas, no con los victimarios. NO dijo que no volvería a
ocurrir un hecho tan grave como ese.
Algo similar ocurre en Colima:
hay quienes, en Facebook, principalmente, muestran su repudio a quienes
protestaron por ese lamentable hecho y, risiblemente, ¡mostraron su molestia,
enfado y repulsión, por la incorrección del lenguaje usado por los parientes y
amigos de las víctimas!
Desconozco, y no me interesa, si
dichas personas cobran en alguna nómina oficial por hacer ese “trabajo” o si lo
hacen por simpatía con el gobierno estatal o su militancia en Morena. No es
relevante su razón, sino el hecho mismo de solidarizarse con los gobiernos y no
con las víctimas.
Seguramente no entiendo esto
porque ya tengo demasiados años. Espero que sea por eso.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1.- Alito se reúne mañana con
nueve expresidentes del CEN del PRI. Nada su razón, nada pasará. A diferencia
de otros en su misma circunstancia, Alito tiene el control de los órganos de
gobierno del partido y puede hacer lo que quiera, para desgracia de los
priistas…y del país.
Las circunstancias actuales
requieren partidos vivos, actuantes, donde los dirigentes tengan la capacidad
para construir la unidad interna necesaria para recuperar la confianza
ciudadana.
Alito es el enterrador del PRI.
En cada elección hay un retroceso. Los números no mienten. En cada estado, del
2018 a la fecha, los votos del PRI han ido disminuyendo.
En los momentos actuales, se
requiere un dirigente de la talla de Beatriz Paredes Rangel; por desgracia, no
hay ya la Beatriz de hace años.
2.- Los pillos de antes, de
siempre, pretenden darnos ahora lecciones de moral y ética. Tener más de 40
años de haber empezado a escribir en diarios locales, me permitió conocer los hechos
de muchos. Por eso me río de quienes hoy pretenden dictar cátedra periodística
y política desde Facebook.
3.- “La ignorancia no es un
problema muy grave. La ignorancia, que sabe que es ignorancia, es muy
accesible, quiere aprender generalmente. La que es peligrosa, es la ignorancia
que se ignora, es el pequeño saber, el que piensa que sabe porque sabe apenas
algo, y entonces empieza a discutir y ya no es accesible ya no abre sus puertas.
Es lo que pasa muchas veces en las discusiones que tienen los jóvenes y los
menos jóvenes, éstos, que se pretenden politizados, por ejemplo: leyeron tres
líneas, citan a Marx, no leen a Marx porque Marx es muy difícil, citan a Lenin,
no lo han leído tampoco, no saben de historia. Tienen tres cositas en la
cabeza, las manejan así, a lo bestia, y ya las saben: esa es la ignorancia que
se ignora. El problema es que en un sistema democrático es la ignorancia mayor.
Esos se ponen a decidir y hacen mayoría, generalmente hay un filósofo y tres
mil ignorantes, y los tres mil ignorantes son lo que ganan. Este es el gran
problema de la democracia. La ley del bulto. No la ley de la razón”. Ikram
Intaki
Agenda Política (agendapolitica.blogspot.com)
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