El director general de CIAPACOV, Rodolfo Valdez Valdez, dijo que está a la espera del resolutivo que emitirá el Tribunal de lo Contencioso en Guadalajara, para que, a partir de esa resolución, la Universidad de Colima tenga que pagar el agua que consume y que, a la fecha, representaría una erogación de siete millones de pesos.
Es una noticia trascendente, porque, según Valdez Valdez, “la Universidad de Colima goza del beneficio de una tarifa económica, y por eso sólo son 7 millones de pesos los que se adeudan por el consumo de agua de toda la vida de la universidad.”
El asunto no es sencillo, ni parece ser, tan sólo, un acto aislado en el gobierno actual. Pero veamos: si la universidad es obligada a pagar el agua por una autoridad jurisdiccional, entonces la universidad tiene varios caminos: primero, exigir al gobierno del estado un mayor subsidio del que ahora tiene y cuyo incremento fuera equivalente al gasto que deberá hacer por concepto de pago de agua, drenaje y saneamiento.
En segundo lugar, podría subir las cuotas de inscripción, es decir, trasladar a los alumnos el costo del agua, pero por supuesto, esto tendría que ser sólo a quienes sean alumnos de escuelas ubicadas en municipios donde se les cobre el agua, es decir, habría cuotas diferenciadas o uniformes, porque los demás organismos operadores podrían también cobrarle el agua a la universidad.
El tercer camino podría ser el de la resistencia civil pacífica. La salida a la calle de los universitarios sería el primer paso. No sé cuántos alumnos tenga la universidad en Colima y Villa de Alvarez, pero seguramente pasan de 10 mil, entre bachilleratos y nivel superior. ¿Cuántos padres de familia resentirían un incremento en las colegiaturas? ¿Cuántos años ha estado en paz y trabajando la UdeC?
Pregunto: ¿Rodolfo Valdez Valdez ordenaría suspender el servicio de agua potable a la universidad de Colima? La respuesta es que sí, porque si no quisiera hacerlo no habría demandado el pago. No tiene vuelta de hoja.
Pero lo del cobro de agua no es una acción aislada en este gobierno, porque ya antes se han tomado medidas para suprimir apoyos que se daban a los alumnos universitarios, como el caso de la supresión del estímulo que entregaba el gobierno del estado a los alumnos de excelencia. Antes, el gobierno del estado y la universidad entregaban sendos cheques a los mejores alumnos de cada semestre, que equivalían, cada uno al costo del semestre. Ahora, sólo reciben el cheque que entrega rectoría.
El gobierno del estado canceló también el apoyo que se entregaba a los alumnos que se titulaban. Es decir, el gobierno del estado, antes, pagaba los gastos de titulación de los estudiantes de la universidad de Colima. Ahora, ya no ocurre así.
Acciones concretas, entonces, ha habido en contra de los universitarios, por lo que lo del agua ya no es ninguna novedad. Apunta a donde mismo: a golpear a la universidad.
No se puede hablar con honestidad de que se apoya a la universidad de Colima cuando en los hechos cotidianos vemos acciones de esta naturaleza.
Los apoyos que se han dejado de otorgar dañan a los alumnos, no a los directivos ni a los académicos de la universidad: que no les den un estímulo semestral y que les dejen de apoyar con el pago de los costos de su titulación, lesiona la economía de los estudiantes y con ello se lesiona a las familias de esos estudiantes. Sólo falta que le quieran cobrar el dos por ciento de nómina a la Universidad de Colima. No sé quien determinó que debían cesar estos apoyos a los universitarios que luchan por ser los mejores alumnos cada semestre y para los que concluyen sus estudios y se titulan. Si se analiza con cuidado son acciones que no benefician a nadie, sólo perjudican, sólo causan resquemor.
¿De eso se trata, eso se pretende: molestar?
El director general de CIAPACOV es designado por el gobernador, aunque sea formalmente el consejo del organismo quien lo nombra. En ese consejo, por cierto, participan diputados locales y los presidentes municipales de Colima y Villa de Alvarez. Sería bueno conocer su opinión al respecto, aunque todavía más interesante será conocer las opiniones de los universitarios, encabezados por su rector.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Buena labor está haciendo el PRI estatal al hacer reconocimiento de militantes y “cuadros” que han ocupado cargos de elección popular, han sido representantes ante los organismos electorales o han sido dirigentes de partido. Los reconocimientos se han ido haciendo en cada municipio y este sábado será en Colima.
Es bueno que se les entregue un reconocimiento a muchos de los que han representado los intereses del partido ante los órganos electorales. Creo que será ésta la primera ocasión en que ello ocurra. Los que representan al PRI en los procesos electorales, incluidas las casillas, por supuesto, son los héroes anónimos, aunque cuando una elección se pierde suelen ser los primeros de quienes se sospecha de su lealtad, cuando no son responsables de nada, más que de haberse pasado horas de angustia, desvelos y corajes.
Buen intento de reagrupar a la gente del PRI. Ojalá les funciones, porque la situación se ha puesto muy tensa al interior del partido y más se habrá de poner en los próximos 12 meses.
2. El asunto movería a risa, sino fuera porque es demasiado serio. Hay una división evidente en la burocracia al servicio de los gobiernos estatal y municipales. Hay una dirigencia real, comandada por Agustín Martell Valencia y una dirigencia “virtual” comandada por Martín Flores Castañeda.
El asunto está complicado, pero tiene tintes tragicómicos. Los partidarios de Martín Flores dijeron que la directiva había incumplido con el mandato estatutario de convocar a elecciones. La dirigencia de la unión de sindicatos respondió que se había emitido, pero que los partidarios de Flores Castañeda, y él mismo, no habían asistido a la sesión donde se había entregado a los dirigentes de los sindicatos agrupados la convocatoria respectiva.
Después, Martín Flores y sus adláteres convocaron por cuenta a elecciones y fueron y pegaron las convocatorias respectivas en los estrados de sus organizaciones.
En realidad, me parece que hay un problema de forma: hay dos convocatorias para el mismo acto, por lo que habría que ver la validez de una y otra.
Entiendo que las convocatorias para renovación de dirigencias sindicales tienen un formato específico y marcan una ruta crítica en torno de los pasos que deben darse para llegar a la elección del nuevo dirigente de la unión de sindicatos.
La convocatoria bis, la emitida por el grupo simpatizante de Martín Flores, habla acerca de los delegasdos fraternales, quienes tendrán derecho a voz, pero no a voto, porque, entiendo que allí cada sindicato tiene un voto. No más, no menos. No importa cuántos miembros tenga el sindicato referido, sólo tiene un asiento y un voto en la Unión que lo agrupa, lo cual es correcto.
Pero la idea de que concurran delegados fraternales al congreso de renovación de la dirigencia tiene una clara intención de mostrar fuerza, de presionar a los contrarios. Eso es evidente y no está mal. Quien tiene la fuerza, o dice tenerla, debe mostrarla en los momentos oportunos y convenientes a su causa.
Desde mi punto de vista, Agustín Martell Valencia tiene poco qué hacer para impedir que Martín Flores lo sustituya como dirigente de la Unión. Es cierto: Martell Valencia y sus partidarios pueden crear otra agrupación que los aglutine a él y sus simpatizantes, sólo que él no podría pertenecer a ella, porque no es dirigente de ningún sindicato y una Unión de Sindicatos agrupa eso, organizaciones, no trabajadores en lo individual que, además, pertenecen al sindicato de trabajadores al servicio del gobierno estatal, cuyo dirigente forma parte de sus opositores actuales.
Como sea que ocurran los hechos de aquí al 10 de diciembre, la división en la burocracia es un hecho indefectible.
3. "El cambio no sólo se produce tratando de obligarse a cambiar, sino tomando conciencia de lo que no funciona." Shakti Gawain
http:www.agendapolitica.blogspot.com
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