Un amigo manzanillense me preguntó qué opinaba respecto de la posibilidad de que Rogelio Humberto Rueda Sánchez, senador, de primera minoría, priísta, fuera nominado por el partido en el que milita como su candidato a la gubernatura del estado. Le dije que, con absoluta precisión, podía asegurarle que el exsecretario del ayuntamiento, expresidente del comité municipal del PRI y exalcalde de Manzanillo, tenía, y mantiene, el 50 por ciento de posibilidades de obtener tal nominación.
Por supuesto, mi amigo pego tremendo salto, de alegría por supuesto, y dijo que eso sería muy bueno para el PRI porque….y aquí entró el asunto por un tobogán donde el aún partidario de Rogelio Rueda, que los tiene, cantó loas y virtudes y me pidió que escribiera acerca de este asunto.
Era tal el entusiasmo de mi amigo, jamás entendí por qué, que ya no tuve tiempo de explicarle la diferencia entre posibilidad de ser nominado candidato por el PRI a la gubernatura y sus probabilidades de alcanzar dicha nominación. Tampoco pude explicarle que las probabilidades de Rogelio Humberto Rueda Sánchez son inversamente proporcionales al porcentaje de personas que jamás votarían por él, es decir, de su porcentaje de rechazo, que sigue siendo sumamente alto, particularmente en Manzanillo.
Rogelio Humberto Rueda Sánchez tiene tantas, o menos, probabilidades de ser nominado candidato del PRI a la gubernatura en 2009, como las que podría tener Rigoberto Salazar Velasco o Luis Gaytán Cabrera, cuyos niveles de rechazo son, desde luego, mucho más bajos que los del senador de primera minoría.
A la hora de hacer un análisis cuidadoso de las probabilidades de triunfo de una persona en un proceso electoral determinado, el porcentaje de rechazo se vuelve una herramienta fundamental. Los políticos suelen marearse cuando ven sus porcentaje de conocimiento, que no necesariamente están ligados con el de buen concepto acerca de su persona o de su desempeño en la función pública, ni mucho menos del grado de aceptación o rechazo que la población consultada tenga por ellos.
En el caso que nos ocupa, el senador de primera minoría Rogelio Humberto Rueda Sánchez, sería uno de los candidatos más débiles que el PRI podría presentar, debido a la manera en que fue barrido en lo que debiera haber sido su fortaleza: el municipio que gobernó. Pero ello no ocurrió así y allí están los resultados: en Manzanillo el PRI fue derrotado por poco más de 13 mil votos de diferencia.
Por supuesto, las condiciones en el 2009 podrían ser distintas a las de 2006, pero eso no necesariamente significa que serían mejores para el PRI. Hasta hoy, no hay razones, ni objetivas ni subjetivas, que hagan previsible un mejoramiento de esta situación para el PRI. No ha habido acciones -reales, serias- que hayan logrado mejorar la presencia del PRI en el municipio o la de Rueda Sánchez, para el caso que nos ocupa. Si en este momento se levantara una encuesta en la que uno de los aspectos a valorar fuere el nivel de rechazo de los políticos locales, podríamos constatar la veracidad de mis afirmaciones.
Más allá de las clases políticas, no hay una efervescencia entre los manzanillenses por saber quiénes podrían ser sus candidatos. La gente está metida en su lucha cotidiana por vivir de la mejor manera posible. No le interesa si el senador priísta de primera minoría, Rogelio Humberto Rueda Sánchez, o la señora senadora panista Martha Leticia Sosa de Rodríguez García, o Nabor Ochoa López o el alcalde Virgilio Mendoza son nominados por sus partidos respectivos como sus candidatos.
Así vista la situación, si ambos partidos, PRI y PAN, nominaren a sus candidatos entre los cuatro mencionados, es decir, el senador priísta de primera minoría, Rogelio Humberto Rueda Sánchez, o cualquiera de los tres ya mencionados por el PAN, estoy absolutamente seguro, en este momento, de que el PAN ganaría tranquilamente la elección.
Puedo estar equivocado, lo admito, pero ésta es mi opinión.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Un miembro del gabinete cavacista me dijo no estar muy de acuerdo con lo que escribí en este espacio la semana pasada respecto de que las comparecencias no sirvieron de nada, como no fuera para tener “el día del gobernador”. Me dijo que algo positivo de la comparecencia del gobernador al congreso fue que mostró la disposición de Silverio Cavazos para discutir ampliamente los temas tratados en el informe.
Que los diputados no pueden decir que el gobernador se haya rehusado a responder a cualquier observación que le haya sido planteada al propio Cavazos o a cualquiera de sus colaboradores.
2. "Los grandes bandidajes solamente pueden darse en naciones democráticas en las que el gobierno está concentrado en pocas manos” Alexis de Tocqueville
3. "Si de los gobiernos quitamos la justicia, ¿en qué se convierten sino en bandas de criminales a gran escala? Y esas bandas ¿qué son sino reinos en pequeño? Son un grupo de hombres, se rigen por un jefe, se comprometen en pacto mutuo, reparten el botín según la ley por ellos aceptada.” Agustín de Hipona
http:www.agendapolitica.blogspot.com
1 comentario:
Hola Lic rogelio meda mucho gusto saver de tus obras q usted a logrado q se hagan,pero medaria a un mas q haga por todos los q trabajamos en la secretaria de salud,q tenemos años de contrato de seguro popular bueno q nos tiene como precarios del seguro popular,q recivimos un miserable sueldo y todavia nos descansan cada 5 meses y medio y tarda un monton en pagarnos no somos ni uno ni 2 somos mas de 4000 trabajadores q no tenemos derecho ni al servicio medio menos a prestaciones
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