Agenda Política

Por Miguel Acosta Vargas

Candidatos y candidotes

MORENA ya definió quiénes serán sus candidatos en los cuatro municipios más grandes en la entidad: Manzanillo, Villa de Alvarez, Tecomán y Colima.

En ninguno hubo sorpresas ni sorprendidos. Todos conocieron a tiempo las reglas y se ajustaron a ellas. La decisión fue centralizada y salieron proclamados candidatos quienes debían salir, tras los acuerdos políticos tomados por quienes tienen el control del partido.

Manzanillo es la joya de la corona, al ser el municipio más importante del estado, por su tamaño, su población y, sobre todo, porque es la capital económica del estado.

El municipio porteño tiene el puerto mexicano más importante del país en materia de manejo de contenedores y, por ende, tiene una de las tres aduanas más productivas del país.

Es el municipio con mayor número de poblados, algunos como Salagua, Santiago y El Colomo, muy grandes y con mucha actividad comercial y turística.

Asimismo, Manzanillo es el único municipio del estado con ingresos extraordinarios, muy significativos, por cierto, provenientes de la actividad portuaria y cuyo uso permite al ayuntamiento hacer obras en beneficio de los manzanillenses.

Es cierto, en el municipio de Colima está la capital política del estado, pero nada más. El cuerpo municipal destinado a la seguridad pública, sólo a la seguridad pública, es muy pequeño, comparado con el existente en Manzanillo, por citar un caso.

En este contexto, son entendibles las terribles luchas de poder al interior de los partidos, en este caso de MORENA, porque no sólo es ejercer el cargo de presidente municipal, sino el de tener una oportunidad maravillosa de promoverse para su siguiente cargo electoral, los políticos, la mayoría de ellos, rinden protesta en un cargo y ya están pensando en el siguiente.

El cargo de presidente municipal, en Colima, ha sido antesala directa para varios gobernadores: Arturo Noriega Pizano en 1973, Elías Zamora Verduzco en 1985, Carlos de la Madrid Virgen en 1991, Mario Anguiano Moreno en 2009 y José Ignacio Peralta Sánchez en 2015.

Cuatro presidentes municipales de Colima y uno de Manzanillo llegaron a la gubernatura.

Por ello, en la disputa por las candidaturas a la presidencia municipal subyace el anhelo de alcanzar la candidatura al gobierno del estado, aunque lo nieguen, en público, los políticos en todo momento.

En el caso concreto de Manzanillo hay quienes piensan en una debacle morenista por la dura guerra de poder entre Griselda Martínez, la actual presidente municipal manzanillense, y su todavía en partido, MORENA. En mi opinión, incluso si la señora Griselda Martínez emprendiera una guerra contra MORENA en Manzanillo, los votos del Verde, a pesar de la división existente en ese partido, serían suficientes para asegurar la victoria de la candidata de la alianza con MORENA.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1. Muchas dudas hay al interior de los diversos partidos para la designación de sus candidatos a los diferentes cargos de elección popular. Con las nuevas disposiciones legales, las cuotas de poder complican las nominaciones a todos los partidos, a todos. Un determinado número de jóvenes, la mitad o más de mujeres, la asignación de los distritos y municipios por la autoridad electoral donde los partidos deben postular hombre o mujer. Todo eso vuelve más complicado y violento este proceso.

2.  Tras las elecciones del año dos mil, en una sesión del Consejo Político Estatal del PRI, dije, ntre otras muchas cosas, lo siguiente: “Padecimos el orgullo tecnócrata por la buena marcha de la macroeconomía, por rescatar el sistema bancario, por privatizar Telmex y otras empresas productivas, para abrir indiscriminadamente las fronteras a la importación y acabar con nuestros industriales y agroproductores.

Aplaudimos porque se acabó el populismo y se cancelaron políticas destinadas a apoyar a los más necesitados. Nos regocijamos cuando llegaron Carlos Salinas, Pedro Aspe, Enesto Zedillo, Angel Gurría, “el ángel de la dependencia”, Santiago Levi y Herminio Blanco, entre otros, para convencernos de abrir nuestras fronteras. Los priístas apoyamos con entusiasmo proyectos y programas alguna vez tildados de reaccionarios.”

3. Toda magia tiene un precio. Todo cuanto hacemos tiene una consecuencia. Teresa Nava