Agenda Política
Miguel Acosta
Vargas
Elecciones,
fiesta declarativa sin fin
Este es un año electoral. Eso, como casi todo en la vida, tiene su lado
bueno, el regular, el malo y el pésimo. Es un año de elecciones federales para
presidente de la república, diputados federales y senadores y, en elecciones
locales, algunas gubernaturas, diputaciones y presidentes municipales.
En Colima tendremos la elección de munícipes, diputados locales, senadores
y diputados federales. La fiesta en grande.
A nivel local, habrá dos grandes coaliciones, la del grupo gobernante y la
opositora. La rpiumera integrada por PT, Verde y MORENA y, en algunos casos, municipios
y distritos. La otra coalición, la opositora, estará integrada por PAN y PRI.
MC y PRD irán por su cuenta.
La sorpresa en el ámbito local es la salida del PRD de la coalición en
Colima, pero la información disponible indica el exagerado precio exigido por
el PRD para aceptar su alianza estatal con el PAN y el PRI.
La decisión perredista es mala para la coalición opositora, pero es peor
para el propio PRD y los hechos probarán la veracidad de mi juicio. La
presencia del PRD es prácticamente nula en Colima. Sus resultados electorales
son desastrosos. Los números lo prueban.
Por su parte, la alianza gobernante tiene grandes ventajas, más allá de las
presupuestales y la relativa a la disposición de recursos materiales, humanos y
económicos del ámbito público, como ya ha ocurrido en elecciones
intrapartidistas, hechos denunciados por los propios integrantes de MORENA en
medios públicos, como ocurrió en la elección del candidato a presidente de la
república, hechos ampliamente documentos en medios de difusión masiva.
Los partidos opositores, PAN y PRI, han sufrido deserciones en sus filas,
por diversas razones y las importantes son las de quienes han vivido de sus
partidos, de quienes han ocupados diversos cargos de elección popular o en la
administración pública, debidos más a su militancia política y no a sus
cualidades o capacidades para los cargos obtenidos. Su desempeño en dichos
cargos prueba la verdad de mis palabras. Por supuesto, con muy pocas
excepciones.
Por lo pronto, los partidos, todos, tienen problemas internos debido a las
presiones de quienes pretenden obtener, a cualquier costo, una candidatura.
Vivir fuera del presupuesto es un error, lo saben, por eso sus gritos y
presiones públicas y privadas.
En fin, apenas es siete de enero y será hasta abril cuando inicien las
campañas locales. Prepárese para los plantones, cierre de calles por las
protestas en favor o en contra de ciertos candidatos y para la lluvia de
declaraciones de quienes desean mostrarnos cuan listos y sabiondos, sin hache,
son dichos aspirantes.
En fin, ya los veremos, los oiremos y nos hartaremos de ellos.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Muchos de quienes presiden los ayuntamientos han resultado muy buenos
para el folclore, pero muy malos para el trabajo. Me explico: se han dedicado
más a organizar fiestas, ferias, tocadas, conciertos, bailes, desfiles, es
decir, han andado en el fandango, a ello han dedicado, principalmente, sus
afanes.
Sus obligaciones como presidentes municipales han quedado en segundo plano.
Los mercados lucen sucios, las calles tienen pavimentos en estado desastroso,
las cabeceras urbanas lucen basurientas y ellos contribuyen en buena medida a
generar mayor caos en el tránsito, debido a los frecuentes cierres de calles y
avenidas por las fiestas, ferias, callejoneadas y demás actividades promovidas
por la autoridad o, por lo menos, con el beneplácito de ésta.
2. Manzanillo es el municipio más grande el estado, tiene no sólo la mayor extensión
territorial, sino el mayor número de habitantes, de poblados, de ejidos y de
problemas. A diferencia de Colima y Villa de Alvarez, es la responsable de
brindar el servicio del agua, drenaje y alcantarillado a sus habitantes.
A diferencia del de Colima, brinda el servicio de seguridad pública.
Pese a todo esto, Manzanillo es el municipio con mayor inversión en obra
pública. Por supuesto, habrá quienes argumenten, sin faltar a la verdad, un hecho:
esas obras se hacen con recursos federales, no municipales. ASIPONA Manzanillo,
dirán los malquerientes de la presidente municipal de Manzanillo, es quien
aporta dichos recursos o la mayor parte de ellos.
La respuesta es sencilla: ¿y la capacidad de gestoría de los demás presidentes
municipales?
3. Muéstrate escrupuloso en la verdad, aunque la verdad sea incómoda, más
incómoda es cuando tratas de ocultarla. Bertrand Russell
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