Les sigue doliendo. Lo dicen en cada declaración, en cada gesto, en el cuidado con que se refieren a su salida. La campaña de desprestigio que ha seguido a su salida es natural, previsible, era ya esperada como una consecuencia normal por una acción de esta naturaleza.
Conozco muy bien las razones que orillaron a Nabor Ochoa López, primero, a declararse diputado independiente y luego, a dar el salto como candidato a síndico en la planilla que encabezaba Martha Sosa para el ayuntamiento de Manzanillo. Eso fue en el 2003, pero todo había iniciado en el 2001.
Debido a que la hoy precandidata a la gubernatura por el PAN fue inhabilitada por el congreso local para ocupar cargos de elección popular -pena disminuida en dos años por presiones, precisamente, de Nabor Ochoa López y Roberto Chapula de la Mora, entonces diputados locales-, Nabor Ochoa pasó a ser el candidato a presidente municipal.
A partir de allí, la historia es conocida.
Siempre he pensado que a la hora de analizar un asunto, lo importante son las preguntas que se deben responder, las respuestas que se deben encontrar; por eso, desde mi perspectiva, vale la pena preguntarse: ¿cómo fue el gobierno de Nabor Ochoa? ¿Por qué arrasó en las elecciones siguientes en que participó? ¿Por qué la gente manzanillense se le entregó tanto? ¿Cuánto vale Nabor, electoralmente hablando?
Una vez, un amigo me dijo: Nabor Ochoa no ha hecho nada en Manzanillo, no hay ninguna gran obra que haya hecho, porque todas han sido emprendidas por el gobierno federal o el estatal. Estuve de acuerdo con él en la segunda parte de su dicho: Nabor Ochoa tuvo la inteligencia para entender que no podía competir con el gobierno estatal y mucho menos con el federal, y, mejor aún, se dedicó a realizar las pequeñas obras y a iniciar un novedoso, en Manzanillo, programa de construcción de vialidades con pavimento de concreto hidráulico. Fue una decisión muy inteligente y que resolvió problemas cotidianos de las personas. Salagua, víctima anual de las inundaciones, vio transformadas sus polvorientas y pozudas calles en vialidades de primer mundo y, sobre todo, se vio librada de las grandes aguas que solían dañarla en cada temporal de lluvias, en cada ciclón, cada tormenta tropical.
Nabor Ochoa López .fue electo presidente municipal y eso fue para los manzanillenses: presidente municipal. No confundió el cargo al que había llegado y se dedicó a resolver los problemas cotidianos de los manzanillenses: se mejoró sustancialmente el servicio de recolección de basura y el mejoramiento de vialidades, andadores y jardines. Manzanillo lució limpio en ese trienio. Debe reconocerse la destacada labor que cumplieron los funcionarios de las áreas de servicios públicos del ayuntamiento.
Hacer banquetas, reparar empedrados, renovar los pavimentos y sustituirlos, en la medida de los posible por concreto hidráulico, mejorar el alumbrado público, adecuar las unidades deportivas, incrementar las becas a escolares primaria y secundaria, fundamentalmente, fueron algunas de las acciones emprendidas por el ayuntamiento presidido por Nabor Ochoa López.
Lo importante del accionar de Nabor Ochoa López, como presidente municipal, fue saber distinguir los campos de acción y delimitar los alcances reales del ayuntamiento, para que, de esa manera, los manzanillenses salieran ganando. De esta manera, no hubo competencia, sino cooperación entre los tres órdenes de gobierno y los manzanillenses salieron ganando.
No hay otra explicación plausible para la enorme respuesta que recibió como candidato a presidente municipal, cuando en el municipio obtuvo más de 16 mil votos de diferencia respecto de su opositor más cercano en la lucha por la diputación federal.
Por estas razones, entre otras, Nabor se convirtió en el político con más aceptación de los manzanillenses y esto es un hecho comprobado y comprobable.
Hoy, Nabor Ochoa está en una posición que ya conoce: menospreciado por los miembros del partido al que pertenece, con una campaña mediática en su contra, con gente en Manzanillo y e el estado que lo quiere y lo repudia, pero con la certidumbre que salirse del PAN era la única manera de demostrarles que, en las actuales circunstancias, los panistas cometieron el peor de los errores posibles: echarse en contra a Nabor Ochoa López.
Pero ahora las circunstancias podrían favorecerle. Es cierto, no hay multitudes cuando un político se va, ni hay peregrinaciones cuando dejan al partido en que militan. Pero también es cierto que los procesos electorales son el medio para probar si se tiene razón o no con la conducta adoptada, con la decisión tomada, si la acción emprendida funcionó como se tenía programado.
Por eso, el seis de julio sabremos si Nabor Ochoa es un mito o una realidad vigente.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Los problemas continúan para que Virgilio Mendoza pueda obtener la licencia del cabildo para separarse del cargo. Casi todos dicen que el alcalde manzanillense está protegido por la constitución general de la república para votar y para ser votado a un cargo de elección popular. Es cierto, el alcalde Virgilio Mendoza tiene sus derechos políticos a salvo, todavía. Nadie duda acerca de ello, el problema está cuando las leyes reglamentarias determinan los requisitos que deben cumplir, c u m p l i r, los ciudadanos para poder votar o ser votados. Para el prior caso se requiere tener los derechos políticos a salvo y estar inscrito en el padrón y aparecer en la lista nominal de electores, además, por supuesto, de tener su credencial de elector. Otro requisito es votar en la casilla que le corresponda, en las elecciones locales o federales, o en las casillas especiales que los organismos electorales dispongan para ello.
Para ser electo, sobre todo cuando se es servidor público, se deben cumplir, además, otros requisitos, señalados e el código respectivo. Uno de ellos, para el caso de los presidentes municipales que aspiren a ser candidatos a otro cargo de elección popular, es el separarse del cargo que ocupan y ello no es un acto voluntarista, es decir, no depende de sí mismo, sino del cuerpo colegiado del que forma parte, el cabildo. La solicitud de licencia es eso: solicitud y ésta puede ser aprobada o rechazada por el cabildo.
Por supuesto, la negativa tiene que ser razonada, tienen que ser expuestas las razones por las que se niega la autorización para que el presidente municipal se separe del cargo. Se debe fundar y motivar. Así de simple.
Según me han informado, existen antecedentes, más allá del asunto de Elías Martínez, que demuestran que la corte tiene un criterio ya definido para este asunto y se trata del síndico del ayuntamiento de Acapulco, quien solicitó licencia para separarse del cargo, ésta le fue autorizada, pero el Tribunal se la habría echado abajo por el hecho de haber participado en la sesión donde el asunto se habría discutido, analizado y aprobado. Hast hoy no he podido constatar le hecho, ero en mi próxima colaboración tendré ya el antecedente listo para ser publicado en este espacio.
2. Medio millón de personas perderán su empleo en este año. Esta es la cifra hecha pública pr el gobierno federal, por lo que podemos asegurar sin temor a equivocarnos que la cifra rondará los 750 mil empleos perdidos en un año. Una cifra récord. El presidente del desempleo y la inseguridad. Eso es Felipe Calderón Hinojosa.
3. Estamos especializados en una armoniosa repetición del desastre y la estupidez. Terenci Moix
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