El secretario general ejecutivo del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, estalló ante la humillante y ofensiva propuesta. Su reacción fue inmediata: se levantó de la mesa de negociación, tras haber recibido la propuesta de la SEP de incrementar los salarios de los trabajadores de la educación en un 3.5 por ciento, lo que se consideró una burla, porque justo un día antes se había otorgado el 4.6 por ciento a los agremiados en la FSTSE.
La SEP no tuvo capacidad de respuesta. De manera tímida, miembros del equipo de la Secretaria de Educación dijeron que el pliego petitorio del SNTE contiene otros puntos más, sobre los cuales deberían mantener las negociaciones.
Ochoa Guzmán, a su vez, dijo que el SNTE presentó su pliego petitorio por escrito y que por escrito esperan las respuestas. Con ello señalaba innecesario seguir con las negociaciones porque no había seriedad ni deseo de llegar a acuerdos satisfactorios para las partes.
Según se ha visto, a la señora Josefina Vázquez Mota le duele mucho aún no haber sido designada secretaria de gobernación, pero ese es otro asunto. Aquí el problema es que ella su equipo de asesores parecen no haber entendido aún la trascendencia que tiene llegar a un acuerdo con el SNTE justo antes del 15 de mayo.
Las cosas no están bien en le magisterio: por una parte, las reformas a la ley del ISSSTE los traen más que inquietos a buena parte de los integrantes del SNTE. Rumores van y rumores vienen y los trabajadores están en ascuas acerca de si podrán jubilarse de la misma forma en que lo hacen ahora, si ya jubilados recibirán aguinaldo, si esto, si aquello…
Con esa carga ya existente, la acción de la señora Vázquez Mota resulta más incomprensible aún. Tal vez si Calderón hubiera ganado la presidencia con un margen de tres puntos porcentuales, como mínimo, y si no tuviera necesidad del PRI en el congreso de la unión para sacar las reformas, si no se hubiera sacado vía fast track la reforma del ISSSTE, tal vez, sólo tal vez, se entendería la actitud de la Secretaria de Educación, pues sería parte de una estrategia de negociación dura, similar a la japonesa, pero en las actuales circunstancias, resulta inadmisible e inexplicable su postura.
Hay un compromiso del presidente con el SNTE a raíz del apoyo recibido en campaña. Eso fue afirmado por Elba Esther Gordillo y no ha sido desmentido por Felipe Calderón. En ese contexto, resulta más difícil de entender aún el manejo hecho por la señora Vázquez Mota respecto del incremento salarial para el magisterio. Si quiere ir a una situación de desgaste, la verdad es que esta negociación sólo puede desgastar a la autoridad: el clima en el país está caliente y no se necesita mucho para calentarlo más. Obligar a los trabajadores de la educación a irse a la calle para exigir un incremento justo no es la mejor solución. ¿O sí? Ya están los narcos, el ejército y la CNTE en las calles, ¿quieren más?
Pero es evidente que la señora secretaria de educación, Josefina Vázquez Mota, tiene un conflicto serio con la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, por la inclusión forzada del yerno de Gordillo, a quien nombraron subsecretario de educación básica. Fue evidente el golpeteo inicial al funcionario, por parte del equipo de la señora secretaria. Este es un conflicto de poder, serio, ero no puede ser la explicación lógica plausible, para la acción tomada respecto de las negociaciones salariales.
La señora secretaria de Educación, desde mi punto de vista, cometió un error que puede costarle muy caro a ella y al presidente Calderón: trata de hacer una demostración de fuerza y de ver a quién va a hacer Felipe Calderón, si va a apoyar a su colaboradora o va a hacerla a un lado y “planchar” con la gente de su staff, al que no tiene acceso la señora secretaria de Educación Pública, el acuerdo salarial con el SNTE.
La ecuación es sencilla: o gana la señora secretaria de Ecuación Pública o gana el presidente Calderón, el SNTE y México, pues se evita un desgaste innecesario en este mes tan caliente de mayo.
La apuesta está hecha. El presidente tiene la palabra.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Felipe Calderón sabe que tiene una imperiosa necesidad de contar en todo momento con su partido, que no necesita gastar energías en cuidarse las espaldas, porque las tendrá cubiertas con su partido. Esta es una de las razones por las que la lucha por el control del consejo nacional se ha vuelto tan ríspida, tan dura y haya dejado tantos heridos y más de algún muerto, políticamente hablando.
Al estilo del viejo régimen, Felipe Calderón necesita tener un partido de Estado, un partido sostén y soporte del ejecutivo, un partido del que sea líder indiscutido, un partido del que no tenga necesidad de estarse cuidando para ver por dónde le va a surgir el golpe. Por ello resulta entendible su necesidad de tener un consejo nacional donde la mayoría sean sus partidarios, sus seguidores, sus fieles. Necesita el presidente una Consejo que le permita tener una dirigencia aliada y no enemiga o confrontada con el mandatario.
Un presidente que no tiene mayoría en el congreso y que requiere, necesariamente de otros partidos para sacar las reformas necesarias, necesita tiempo completo a tejer acuerdos, a pactar compromisos, y no puede desgastarse en luchas internas por el control de su propio partido.
Hasta los panistas más recalcitrantes, para el caso sinónimo de cerrados, deben reconocer que el PAN ha sido más un estorbo que un aliado de Calderón. Han sido más los problemas que han provocado los panistas, que los que han ayudado a resolver. Por eso es evidente la urgencia de Calderón por controlar el Consejo nacional e su partido, para tener una dirigencia que, por lo menos, no le cause tanto daño político, como le han causado Manuel Espino y sus muchachos.
Por eso resulta normal que a Colima hayan venido César Nava y Antonio López Morales a presidir la reunión con algunos de quienes fueron electos como candidatos a consejeros nacionales, de manera directa e indirecta, del PAN.
Según mi fuente, la reunión habría tenido como propósito fortalecer el grupo de consejeros partidarios del presidente Calderón y, a la vez, de ir promoviendo a quienes pueden ser los candidatos del presidente, el propio César Nava y Germán Martínez, para la dirigencia del PAN.
Se dice que reuniones similares se han realizado en todo el país. Ello no es malo por sí mismo. Los priístas están acostumbrados a ello. Se le llama institucionalidad. Otros le dicen bajar la línea. Pero todos saben que es tiempo de que Calderón se dedique de tiempo completo a su trabajo de presidente de la república, sin tener que andarse cuidando la espalda, o el costado, para cuidarse de los golpes propiciados, dentro y fuera del país, por sus propios correligionarios.
2. El ayuntamiento de Manzanillo entregó a Rubén Alamo Suazo la medalla al mérito cívico, que lleva por nombre “Capitán Leoncio Ucha Mora”, por su labor en beneficio de los manzanillenses, al haber brindado su apoyo cuando ha habido diversas contingencias, como le consta a muchos porteños.
Rubén Alamo Suazo es un manzanillense dedicado a los negocios, fundamentalmente al de la construcción, que ha acudido en auxilio de sus coterráneos con sus propios medios. Ha puesto maquinaria de su empresa constructora al servicio de la comunidad, cuando ha habido casos de desastre.
Es también amigo de los políticos, de casi todos. Todos, o casi todos, le han pedido apoyos cuando andan en campaña. Una máquina para arreglar una calle, otra más para nivelar un acceso. Así ha sido desde hace muchos años y así seguirá siendo, estoy seguro.
Rubén Alamo es un hombre que sabe divertirse, que le encuentra lo bueno, el sabor a la vida. Es un hombre dedicado a su trabajo, cercano y lejano, a la vez, al mundo de la política. Cercano, porque muchos de sus amigos son políticos de diversos partidos. Lejano, porque no le interesa como participación personal, sino como compromiso público, como respuesta a los problemas y a los retos que enfrenta Manzanillo.
Como todo manzanillense que se respete, es un gran conversador, suele tener una respuesta para casi todo y le guste decir las cosas llanamente y de frente.
Es un excelente amigo y suele molestarse cuando, en su presencia, alguien profiere ofensas contra alguno de sus amigos ausentes en ese momento.
Felicidades a Rubén Alamo Suazo, a su familia y a sus amigos.
Felicidades también a Manzanillo por contar con ciudadanos como Rubén Alamo Suazo.
3. “Algunos tienen desgracias; otros, obsesiones. ¿Quiénes son más dignos de lástima?” Emile Ciorán
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