La nueva legislatura local tiene componentes que le dan un matiz especial. En las bancadas del PRI y del Pan hay quienes ya han sido diputados federales, locales, presidentes municipales y regidores. Tal es el caso de Luis Gaytán y Roberto Chapula por el PRI, y de Jorge Iñiguez, Fernando Ramírez y Jorge Luis Preciado por el PAN.
Es decir, de entrada, se puede decir que tanto el PRI como el PAN tiene gente con experiencia en la función pública, en la conducción partidista, (ambos legisladores del PRD fueron presidentes de su partido, así como Luis Gaytán, por el PRI y Jorge Iñiguez y Jorge Luis Preciado, por el PAN), en el plano municipal al ser regidores o presidentes municipales, que lo han sido Jesús Plascencia, Francisco Anzar y Luis Gaytán, por el PRI y Crispín Gutiérrez Moreno, por el PAN, además de varios que han sido regidores de mayoría y plurinominales.
En este sentido, es plausible afirmar que los diputados, la mayoría de ellos, son personas con experiencia política y tienen varios años de participar activamente en la vida política de Colima. Eso es un hecho.
Ahora bien, ya iniciados los trabajos de la actual legislatura, se puede afirmar que se van definiendo quienes van a poder ser, quienes ya lo son, los que formarán parte de la primera línea de sus bancadas: Roberto Chapula por el PRI, Jorge Luis Preciado por el PAN y Reneé Díaz Mendoza por el PRD.
En el primer mes de ejercicio, fueron estos tres diputados los que en mayor número de ocasiones subieron a la tribuna. Lo hicieron bien, en la mayoría de las ocasiones, pero lo hicieron como una especie de calentamiento. Se dieron atisbos de lo que vana ser las jornadas duras del enfrentamiento en la tribuna.
Jorge Luis Preciado y Roberto Chapula intercambiaron lanzas en más de una ocasión. Típicos en el panista, los excesos verbales fueron menores y se dio el intercambio de halagos y reconocimientos con el priísta. Causó risa, y no menos molestia, en algunos diputados la afirmación de que todos (los diputados) quieren “ganar la nota” a sus costillas, intentando debatir con él. Todos somos iguales en el congreso, dijo, “pero hay unos más iguales que otros”, ponderó Jorge Luis Preciado.
Pero fue Roberto Chapula quien una y otra vez, y otra, subía a la tribuna para exponer las razones que justificaban y daban sustento legal a las propuestas del PRI, primero, de aplicar la reingeniería al congreso y reducir el 40 por ciento de las comisiones y pasarlas de 25 a 15 y, antier, de designar a quienes serían los integrantes de dichas comisiones.
En ambas sesiones se mostró a un Roberto Chapula más hecho, más formal, mostrando la experiencia parlamentaria que ya tiene y la capacidad para el debate, adquirida en el ejercicio de su vida profesional. Lo noté más maduro, más objetivo, como le dijo la diputada panista Yadira Lara “veo la objetividad en sus ojos”.
En ambas sesiones, Roberto Chapula fue y vino de su curul a la tribuna, siempre para responder a los panistas, particularmente, aunque mantiene su espíritu festivo que le hace soltar una que otra broma en plena sesión.
Por los panistas, la que se ha robado el show, más que el propio Jorge Luis Preciado que es un experto en ello, es la panista manzanillense Yadira Lara. Sus desplantes, su protagonismo, no sólo de abandonar el recinto parlamentario sin solicitar autorización para hacerlo, sino por sus expresiones en la tribuna y por la manera en que suele acomodarse en la tribuna, apoyada en el atril sobre su brazo izquierdo para dirigirse de frente a los priístas, la han vuelto parte de lo pintoresco, de lo anecdótico, de las sesiones del congreso local.
Por lo pronto, la legislatura y concluyó su primer mes de trabajo y falta ver si los panistas recurren a la suprema corte para que sea ésta la que determine si los priístas actuaron de acuerdo con la ley al reducir las comisiones y al aprobar a los integrantes de las mismas.
Ya lo veremos.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1.- No concuerdo con quienes dicen que la solución a los problemas que padece Oaxaca pasa, necesariamente, por la salida de Ulises Ruiz. Se han sobredimensionado algunas aristas del problema y se han dejado de lado otras. Un punto que se debe tomar en cuenta a la hora de analizar el problema de Oaxaca es que bajo el gobierno de Heladio Ramírez, antes que el de carrasco y el de Murat, se acordó que los funcionarios de la Secretaria de Educación local, que en Oaxaca tiene otra denominación, serían designados por la representación sindical. Eso creó ínsulas de poder al interior del organismo responsable de la educación en Oaxaca. Los funcionarios no los nombraba la autoridad, es decir, el gobernador o el equivalente al secretario de educación, sino la representación sindical, con todos los inconvenientes y problemas derivados de ello.
Se pervirtieron las funciones. Eso debía acabarse.
Por otra parte, como ya lo señalé en otra ocasión, las reivindicaciones salariales, la famosa “rezonificación” pasa por una comisión interinstitucional, integrada por varias dependencias del gobierno federal, el gobierno estatal y la representación sindical (para el caso, la dirigencia nacional del SNTE, que es la titular del contrato colectivo de trabajo, y no la Sección 22 del SNTE, que es parte del sindicato), pero nunca le correspondía “sólo” al gobierno de Oaxaca resolver las peticiones en esta materia. No era, no fue nunca, un problema local, un problema de Oaxaca. Aunque una y otra vez el vocero presidencial así lo expresara. Mintió una y otra vez, como lo ha hecho y lo sigue haciendo con tantos y tantos asuntos que menciona.
Esto y por muchísimas razones más no estoy de acuerdo con quienes afirman, algunos hasta lo hacen de buena fe, que la solución a los problemas que vive actualmente Oaxaca pasa, necesariamente, por la solicitud de licencia del gobernador Ulises Ruiz.
2.- Me tocó llevar a un pariente al seguro social para que le hicieran la prueba para ver si padecía dengue hemorrágico. Afortunadamente, es uno más de los casos de dengue clásico. Pero era mucha la gente que ese el domingo a medio día hacía fila en el IMSS por el mismo asunto: el dengue. El problema es difícil y requiere la participación de todos: autoridades de todos los niveles y la población. Su combate no puede corresponde sólo a la Secretaría de Salud. Esta dependencia hace su tarea: fumiga, promueve, realiza políticas públicas para combatir el mal, pero sin la disposición y participación de las autoridades municipales y, sobre todo, de la población, el éxito es imposible. Evitar la reproducción del mosco es vital para disminuir los casos de dengue, diría el alcalde de Lagos. Aplicar abate en depósitos de agua y descacharrizar es fundamental para triunfar en esta tarea.
3.- “Los hombres están más dispuestos a devolver una injuria que un beneficio, porque la gratitud es una carga, mientras que la venganza es un placer”. Tácito,
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